Hay una gran variedad de maderas que se usan en carpinterías para el exterior. La mayor o menor durabilidad natural de una madera depende del mayor o menor contenido de resinas, taninos, aceites, etc., que impregnen sus tejidos. Por otra parte, el origen de la madera y la dureza no tienen nada que ver con la duración natural de la misma. Por tanto, es erróneo decir que las maderas tropicales tienen mayor duración natural que las maderas de climas templados. (Depende de la especie).
Se puede establecer la siguiente clasificación referida a la durabilidad natural de la madera al exterior:
MADERAS MUY DURABLES: ciprés, elondo, iroko, palisandro, palo rosa, teka, wengé, etc.
MADERAS DE DURACION MEDIA: bubinga, cedro, castaño, roble, jatoba, sapeli, etc.
MADERAS POCO DURABLES: abedul, abeto, aliso, arce, cerezo, chopo, eucalipto, fresno, haya, pino, etc.
Existen maderas resistentes a algunos e incluso a todos los hongos e insectos. Sin embargo, los agentes atmosféricos, como la humedad, la lluvia, el sol o los cambios de temperatura, atacan en mayor o menor medida a todos los tipos de maderas. La humedad provoca hinchazón y aumenta la probabilidad de ataques de hongos e insectos. También puede provocar la aparición de grietas al volverse a secar. El sol provoca una degradación superficial que vuelve la madera grisácea (fotodegradación). Los cambios bruscos climáticos son la causa principal de la aparición de grietas. Por lo tanto, siempre es conveniente proteger cualquier madera contra los agentes que la degradan con los proyectores adecuados.
¿ Como proteger la madera para el exterior ?
1.- Imprimación
Antes de proceder al barnizado, propiamente dicho, de una carpintería para exteriores es necesario aplicar una imprimación. Esta imprimación tiene por objeto evitar la aparición de hongos y protegerla de los rayos ultravioletas del sol. La imprimación puede ser transparente o con color, con lo que conseguimos de una mano proteger y teñir, si se desea, la madera. Estas imprimaciones deben penetrar por todos los rincones de la carpintería. Lo ideal es aplicarla a inmersión o por ducha, pero se puede aplicar también a pistola o brocha.
2.- Fondo
Una vez seca la imprimación se procede a la aplicación de la primera mano de barniz. No es necesario lijar o bruñir la imprimación antes de aplicar el barniz de fondo. El fondo se aplica a pistola generalmente, dicha aplicación debe ser lo más homogénea posible y lo mismo que sucede con la imprimación, debe penetrar en todos los rincones, ya que si esto no sucede el agua penetrará por dichos puntos sin barnizar dando comienzo al deterioro de la madera.
3.- Acabado
Se debe esperar unas 24 horas para dar la segunda mano de barniz, conviene lijarla suavemente con lija de grano fino para suavizar la madera y que la segunda mano tenga un tacto adecuado. Lo mismo que anteriormente hay que barnizar toda la madera de forma homogénea procurando barnizar todos los recovecos.
¿ Cuanto dura una madera barnizada en el exterior ?
Esa es una pregunta que no tiene respuesta. Son muchos los factores que influyen en la durabilidad de las maderas al exterior. Influye el tipo de madera, si esta está tratada o no, si está cerca del mar o en una montaña, si le da el sol o no, si está expuesta a la lluvia o nuca se moja, etc. Lo que si está comprobado es que la suma de sol y agua es lo más perjudicial que existe para una madera expuesta al exterior. También influye la forma de la aplicación tanto de la imprimación como del barniz. No por dar mucha cantidad de barniz va a durar más, por el contrario suele deteriorarse antes. Es aconsejable que la carpintería para exteriores no tenga aristas vivas pues en dichas aristas apenas queda barniz y está más expuesta a que por esos puntos empiece antes la degradación.
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