Las presiones medioambientales que han surgido durante los últimos años, han dado lugar a la aparición de nuevos tipos de recubrimientos más sostenibles con el medio ambiente y menos contaminantes. Son los barnices basados en sistemas acuosos. Estos barnices por ir disueltos en agua apenas emiten disolventes a la atmósfera, al contrario de lo que sucede con sus homólogos al disolvente. También la población, sobre todo la más joven, busca muebles que sean sostenibles con la naturaleza, tanto en el origen de la madera usada para su fabricación, como en los barnices usados para sus acabados. Los barnices en base acuosa son la solución a estas presiones ambientales. Pero como toda nueva tecnología, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. A lo largo de este artículo trataremos de aclarar algunos de los interrogantes que pueden aparecer cuando tenemos que barnizar un mueble con productos en base agua.
TEÑIDO
Si queremos hacer un proceso de barnizado al agua, el teñido de la madera deberá ser también al agua, o a lo sumo con tintes hidroalcohólicos. Como es evidente los colorantes usados en estos tintes deben ser solubles en agua y aquí tenemos el primer inconveniente. Hay que tener en cuenta que vamos a aplicar encima de estos tintes un producto que va disuelto en agua. Puede ocurrir que al fondear, parte del colorante pase al fondo (efecto que se llama sangrado) con lo que el aspecto del teñido puede verse alterado. Es el mismo caso que, a veces, se produce cuando barnizamos con barnices al disolvente. Por lo tanto, antes de empezar a barnizar debemos estar seguros del tinte y del fondo que se va a usar para evitar este problema.
MADERA
Conocer el tipo de madera que vamos a utilizar es fundamental a la hora de comenzar a barnizar. Hay que saber si dicha madera contiene en su interior taninos. ¿Por qué es importante este detalle? Los taninos son compuestos naturales que se encuentran en el interior de gran número de maderas en mayor o menor medida, y además son solubles en agua. Esta solubilidad hace que cuando barnizamos estas maderas, parte de estos taninos emigren a la película de barniz, quedando retenidos en la misma una vez seca. Esto no tendría ninguna importancia, pues los taninos no restan propiedades a la película de barniz. No restan ni lijado, ni secado, ni transparencia ,etc. El problema es que si a estas maderas ya barnizadas les da el Sol, aunque sea de manera no muy directa, los taninos adquieren un tono marrón, tanto más oscuro cuanta más cantidad de taninos contenga la madera. Además este fenómeno no ocurre en meses o años, sino que lo hace en pocos días. Si se sospecha que la madera que vamos a barnizar contiene taninos, es necesario antes de aplicar el fondo y después de aplicar el tinte dar una imprimación antitaninos, que bloquea la mayor parte de los mismos disminuyendo así en gran medida este cambio de color. Algunas de las maderas que contienen taninos son: roble, castaño, teka, iroko, cedro, elondo, ...
SECADO
Los barnices al agua se pueden secar de dos formas: secado forzado y secado natural.
1.- Secado forzado
El secado forzado consiste en evaporar el agua usando un túnel, por el circula aire caliente y seco que evapora el agua.
2.- Secado natural
El secado natural, que es con el que nos vamos a extender, consiste en evaporar el agua a temperatura ambiente. A diferencia de los barnices al disolvente, que secan prácticamente en cualquier condición, con el agua no ocurre lo mismo. Influye de manera muy notable la temperatura y la humedad relativa que tengamos en cada momento. Los barnices al agua contienen entre un 60%-70% de agua en su composición. Esta cantidad de agua hay que evaporarla para que se forme la película de barniz, y si en el ambiente la temperatura es baja o la humedad alta, hace que los tiempos de secado se puedan alargar muchísimo. Se puede poner como ejemplo el de la señora (o el señor) que tiende la ropa para que se seque un día de niebla. Como todos podemos suponer la ropa muy difícilmente se secará en estas condiciones. A los barnices al agua les sucede lo mismo. Se recomienda NO BARNIZAR si la temperatura está por debajo de los 8º C y si la humedad relativa es mayor del 80-85%. Es necesario tener en el secadero del barnizado un termómetro y un higrómetro para controlar estos parámetros y así evitarnos muchos problemas a la hora de barnizar con agua.
APLICACIÓN DEL BARNIZ
Los fondos y acabados al agua que hay en el mercado no tienen muchos sólidos, comparados con los que pueden llegar atener un barniz al disolvente, estos oscilan entre un 30-35%. Esto es debido a que las resinas al agua contienen bastantes menos sólidos que las correspondientes al disolvente. Los fabricantes de resinas están investigando y sacando al mercado resinas con mayor contenido en sólidos, por lo que es probable que en un futuro no muy lejano aumenten también los sólidos de los barnices. Los fondos y acabados al agua se pueden aplicar: a brocha, a rodillo, y a pistola. Cuando aplicamos a pistola, podemos usar los mismos equipos que hemos usado para aplicar barnices al disolvente. Lo único que hay que tener en cuenta es que las partes del mismo por donde discurra el barniz al agua sean inoxidables. Hay actualmente distintos fabricantes de equipos de aplicación que han sacado equipos especiales para barnizar con agua.
Las cantidades de estos barnices que se pueden aplicar en una mano pueden oscilar entre 120-180 gr/m2. Cantidades mayores pueden alargar los tiempos de secado. Se suelen dar una o dos manos de fondo, según se quiera cerrar el poro de la madera. Para lijar es conveniente dejar pasar un mínimo de 24 horas, aunque es posible hacerlo al cabo de unas 5-6 horas después de la aplicación. Las lijas que se usan son las mismas que las usadas al disolvente.
La calidad de la película final depende mucho de las resinas usadas en la formulación del acabado. Las resistencias a los productos químicos, la dureza, el rayado, puede oscilar desde las calidades de un barniz nitrocelulósico hasta las de un buen poliuretano. Últimamente han surgido barnices al agua de dos componentes que ofrecen más resistencias y calidad que los barnices de un componente. El precio es también superior debido al alto costo de los isocianatos compatibles con agua.
Para finalizar, los problemas que nos podemos encontrar cuando barnizamos con agua son parecidos a los que nos hemos encontrado a lo largo de estos años cuando lo hacíamos con el disolvente. Tener muy en cuenta las condiciones de secado y los gramos que se aplican. Si se tiene alguna duda, ponerse en contacto con los técnicos correspondientes que tratarán de solucionar los problemas que puedan ir surgiendo.
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